Cada crisis genera algún tipo de crecimiento como efecto secundario. Con la pandemia del coronavirus, el mercado enfrenta una oportunidad de evolucionar con respecto a la adhesión al trabajo remoto y la creación de una cultura en este sentido por parte de las organizaciones.
Por el momento, la necesidad de aislamiento individual está obligando a un gran número de empresas a implementar la oficina en casa como práctica laboral. Muchos de ellos, hasta entonces, se habían resistido a este modelo. Según Lívia Garlhado, Jefa de Outplacement y socia de Sun Human Capital, hasta ahora, la mayoría de sus clientes aún tenían miedo de unirse a esta modalidad, ya que temían que sus equipos no pudieran mantener la disciplina necesaria y mostrar una caída en la productividad.
Para ella, sin embargo, la pandemia puede desmitificar el problema. “Ciertamente, en un escenario de inestabilidad como este, los profesionales querrán hacer todo lo posible para garantizar su trabajo. Creo que esto debería generar compromiso y una actitud responsable por parte de cada uno, lo que contribuirá a la creación de una mentalidad más favorable al tema ”.
Entre los beneficios que puede aportar el trabajo a distancia se encuentra la mejora en la calidad de las entregas, ya que el profesional puede estar más concentrado en sus actividades, siempre que mantenga la disciplina y tenga una postura responsable. Además, desde un punto de vista personal, gana en calidad de vida, evitando pasar tiempo en viajes, que pueden usarse en otras actividades de recreación, educación y cultura (indoor en tiempos de cuarentena). En casa, incluso es posible comer mejor y participar más en la vida familiar. En teoría, el profesional es más feliz y aumenta su compromiso con la empresa.
Una encuesta publicada en diciembre de 2019 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) muestra que, en 2018, 3.8 millones de brasileños trabajaron en casa, 5.2% del total de trabajadores empleados en el país. En comparación con 2012, cuando comenzó la serie histórica de la encuesta, este contingente aumentó en un 44,4%. El crecimiento es expresivo, pero la representatividad aún es baja.
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Desde agosto de 2019, cuando me uní al equipo de MarketCross, trabajo gran parte del tiempo en modalidad de home office. Si bien la agencia tiene oficinas en las capitales de los principales países de Latinoamérica, como Buenos Aires, Santiago, Bogotá, Lima, Ciudad de México y también en Sao Paulo, todos los integrantes del equipo pueden y realizan home working.
Nuestra metodología de trabajo tiene acciones integradas y coordinadas, que son realizadas por los equipos de cada ubicación, por lo que debemos actuar de forma remota. Utilizamos plataformas de mensajería instantánea y videoconferencia a diario, varias veces al día, tanto para hablar internamente como para hablar con clientes, periodistas y socios. Cada profesional conoce muy bien su mercado y cada país complementa al otro. El nivel de compromiso es alto, por lo que los resultados son sorprendentes. Hay confianza en las relaciones. Ahora, con la pandemia, todo el equipo está 100% en la oficina en casa y el trabajo continúa normalmente. No hay desesperación, simplemente, las personas continúan su rutina de sus hogares.
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El ritmo al que se han producido cambios en todo el mundo en diferentes aspectos y segmentos, acelerado por la constante evolución tecnológica, exige la innovación en el modelo de trabajo que las empresas también deben adoptar. Una mentalidad más abierta y flexible, que contempla al individuo como un todo, es esencial para la supervivencia en este nuevo mundo. ¡Que la pandemia sirva para fomentar este proceso!