Había empezado el año 2020 y la tierra se detuvo. Y por supuesto los planes también. Fue un acontecimiento único: por un momento, todas las empresas de todos los rincones del planeta comenzaron a preguntarse qué era lo que seguía, cuál era el próximo movimiento a realizar. Y todos nos dimos cuenta a principios de este año tan particular, que el mejor movimiento era realizar ningún movimiento.
Y así fue durante varias semanas, hasta que pasó el tiempo suficiente para interpretar, aceptar y digerir las señales de este nuevo mundo que se acercaba. Entonces comenzamos a ponernos en marcha nuevamente. Porque si hay algo que esta nueva realidad nos indica es que, como siempre, ha habido ganadores y perdedores durante el período de pandemia-cuarentena que se ha desarrollado en los distintos países de América Latina y también en el resto del mundo.
Y sin ser triunfalistas, podemos decir que aquellos que hemos transitado los últimos meses con relativa tranquilidad e inclusive los que generamos negocios nuevos y mayores resultados; hemos sido aquellos que hemos podido activar algunos paradigmas olvidados en nuestras organizaciones.
Para ver de qué viene esto, les comparto algunas claves fundamentales que nos están dando muchos y muy buenos resultados:
Empatía.
Si antes la teníamos, ahora se transformó en una capacidad fundamental. Tuvimos que ponernos en los zapatos de nuestros clientes. Y con los cordones bien ajustados. Por eso ensayamos el mejor esfuerzo para entender lo mejor posible sus necesidades y preocupaciones. Le doy una recomendación que implementamos en Abril, y que nos generó muy buen efecto: ofrecer un servicio gratuito para apoyarlos en tiempos de crisis. Por eso desde MARKETCROSS, ofrecimos ampliar nuestros contratos actuales, para brindar colaboración en la continuidad del negocio. Los clientes se pusieron contentos.
Flexibilidad.
Empezamos a profundizar cambios en nuestra manera de cotizar los servicios de nuestra agencia. Creamos paquetes de servicios más competitivos en términos de costo y con la capacidad de adaptarse de manera totalmente flexible a la necesidad de cada campaña. Prueben esto. Comercialmente es súper importante que los números acompañen los nuevos tiempos que se avecinan y los que ya llegaron. Y que permitan a los prospectos llegar a cerrar convenios con ustedes para ejecutar los proyectos.
Entendimiento.
Cambiamos radicalmente nuestra forma de armar las propuestas comerciales. ¡Eso de armar un template y enviar la misma oferta a todo el mundo no funciona más! Cuando tenemos que competir para ganar un nuevo cliente; lo tratamos como si ya fuera un cliente nuestro: investigamos a fondo su negocio, su propuesta de valor, sus mensajes clave. Nos ponemos creativos. Ensayamos storytelling de marca y nuevas narrativas. Y no nos guardamos nada: se lo decimos para mostrar las ganas, el ímpetu y el compromiso. Vayan por este camino. En el mundo de pandemias no puede haber pasos temblorosos: tenemos que abrazar el negocio de nuestro futuro cliente, para que no dude en que vamos a ser su mejor opción.
Simplicidad.
En un mundo complejo, ser concretos concisos es parte de respetar a nuestros prospectos. Las palabras del famoso emprendedor e inversor global Chris Gardner aplican: tienes que ser claro, conciso, convincente, coherente y comprometido. Menos es más, pero yendo hasta el final de tus posibilidades como partner, agencia creativa, amigo de tu cliente, soñador disruptivo y por sobre todo, apasionado con la visión que propones.
En fin, son tiempos de cambiar, llevando a cabo ideas que no son nuevas, pero que nos ayudan a crear nuevos contextos de eficiencia. Por eso es el momento de hacerlas. De pasar del discurso a la acción. Ya no se trata simplemente de vender. Se trata de comprender la nueva vida. Que tal vez estábamos equivocados y que ahora sí, no hay otra: hay que cambiar sí o sí. Por tu agencia, tu empresa, tu cliente, tu creatividad. Porque al final del día, estamos enfrentando todos el mismo desafío, pero contamos con las mismas posibilidades: de ser mejores.